
"Toda cosa que se dice, siempre dice algo de quien lo dice"
Jorge Antar
Por estos días “alguien” me sugirió las siguientes ideas respecto a su trabajo:
-Que a uno le paguen según los resultados, está bien, pero que le digan a uno, que le van a pagar menos de lo que anteriormente devengaba, eso quiere decir, que mi esfuerzo en dicho trabajo debe ser menor?
-Cesar actividades respaldando una proclama sindicalista es legítimo..., pero si usted tiene un cargo que salva vidas y sucede una muerte por causa del paro, de quién es la culpa?
-Con que a uno le paguen bien, que importa en donde se trabaje..., pero que tipo de responsabilidad le cabe, sabiendo que para quien se trabaja está en la ilegalidad?
Lo que quiero destacar es:
1. Desde nuestros sofás es muy fácil cuestionar, pero cuando alguien está inmerso en un contexto inicuo suena ofensivo calificar su actuar, por ejemplo, temas como la guerra o el aborto se ven de manera distinta cuando se está sumido en dichas problemáticas.
2. A veces los hechos que nos suceden, nos sorprenden por lo inesperado o traumático de éstos, incluso, hasta se desbordan y superan la ficción, en un pandemonium así, nuestros discursos éticos se confrontan frente a nuestro real actuar.
3. Sin importar el talante de nuestros trabajos, estos no son ajenos a la problemática humana, de hecho, con ironía nuestras decisiones a veces nos abofetean.
4. Uno debe formarse en una ética y construir sus valores, para que en aquellas circunstancias que exigen decisiones debatibles, tengamos parámetros de donde sustentarnos, o como me dijo alguien alguna vez : “Yo no sé como actuaré mañana, solo confío que emerjan las virtudes formadas”.