Desde el principio, surgido de algo que aún no se sabe, en una espectacular dislocación, nuestro universo “es” y prosigue en una terrorífica aventura llena de devastaciones; en el espantoso pandemónium de su esencia aparecen dispersas y débiles fuerzas de asociación que aprovecharon sutiles zonas en el inconmensurable barullo.
Encogiendo nuestra mirada y concentrándonos en nuestro mundo, lo vivo lucha buscando resistir la crueldad perenne, todo ser mata y come a otros seres vivientes, incluso los vegetales toman residuos cadavéricos, es un ciclo solidario y al mismo tiempo de destrucción.
Estas débiles fuerzas de auto-eco-organización de la vida, por más débiles hacen funcionar la vida en un virtuoso sacrificio.
Y qué somos nosotros?, sufrimos y hacemos sufrir?, que ironía que seamos capaces de inventar crueldad y horrorizarnos frente a ella.
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